Nuestro servicio de comedor escolar está basado en criterios de sostenibilidad, calidad y salubridad. En los últimos años se está desligando la población de la tierra, de la cultura alimentaria y gastronómica, lo que además ha llevado aparejado un cambio de hábitos alimenticios y el aumento en los niños de problemas como la obesidad y otros desarreglos alimenticios.
Nuestras bases de trabajo son el consumo de alimentos de temporada recolectados en la huerta del Segura, la recuperación de nuestra dieta mediterránea, la generación de empleo y riqueza en las pequeñas economías locales, así como la protección de valores como la salud y la cultura de nuestros hijos e hijas; evitando los precocinados, azucares añadidos, grasas, sal y edulcorantes.
En nuestros comedores además de un proceso importante de socialización, se consigue el aprendizaje de gustos, hábitos y valores, conocimientos alimentarios e higiénico-sanitarios, y la detección y prevención de posibles trastornos alimentarios.
Por este motivo, formamos parte del exclusivo club gastronómico de Slow Food que trabaja en todo el mundo para compatibilizar el alimento para todos, con la sostenibilidad del planeta.