Cómo alimentar a tus hijos

11 Dic
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La alimentación es una de las cosas que trae de cabeza a los padres. Cuánto debe comer, qué debe comer, si no quiere más qué hago… Son preguntas que, en muchos casos, tienen fácil respuesta. Te damos unos consejos para que tu hijo se alimente correctamente.

Si consideramos que no come mucho lo primero que hay que hacer es llevarlo al pediatra para comprobar que esté dentro de los percentiles de talla y peso. Si todo está correcto no hay que preocuparse. Realmente los niños comen lo que necesitan y, en ocasiones, difiere bastante de lo que consideramos los padres que precisan. Cada niño/a es diferente por lo que no hay que compararlo ni con hermanos, ni con niños de la misma edad. Incluso en cada etapa del crecimiento puede variar la cantidad de comida que ingieren.

Las necesidades alimentarias de los bebés antes de los 12-15 meses son mayores ya que la velocidad a la que crecen es mayor y necesitan mayor energía a partir de esa edad. De ahí que durante esa edad podamos notar que comen menos cantidad que anteriormente.

Además, hay que tener en cuenta que el estómago de los niños es pequeño por lo que con pequeñas cantidades se llena rápidamente y lo que realmente necesitan son comidas concentradas, con muchas calorías en poca cantidad.

Además del tipo de alimentación que le damos, es importante proporcionarle una correcta educación alimentaria. Por ello los especialistas recomiendan no jugar en la mesa, tampoco distraerlos con dibujos y seguir unos rituales a la hora de sentarse en ella. Aunque lo realmente importante es implicar al niño lo máximo posible en la alimentación.

Consejos para que tu hijo/a se alimente correctamente

Entre los consejos que los expertos suelen dar para proporcionar una correcta educación alimentaria está el seguir unos rituales a la hora de sentarse en la mesa. Intentar que sea aproximadamente a la misma hora para generar cierta rutina, así como lavarse las manos, poner la mesa, comer en familia y ayudar a recoger podrían ser alguno de ellos. Del mismo modo, hay que convertir tanto el momento de la comida como los momentos previos en algo divertido para los más pequeños ya que el juego, tal y como señala American Academy of Pediatrics (AAP), “es una herramienta educativa básica en la vida de los niños. Es esencial para el desarrollo de funciones sociales, emocionales, cognitivas y físicas”.

Además, si permitimos que los más pequeños participen en la confección de un menú saludable indicando qué alimentos prefieren comer será más sencillo que se coman toda la ración una vez estén en la mesa. Incluso les podemos permitir que escojan algún alimento para eliminarlo de la lista. También les podemos dejar que ayuden a la hora de elaborar los alimentos.

No debemos insistir en que se acaben todo lo que le hayamos puesto en el plato. Lo primero que tenemos que hacer es adecuar las raciones a cada niño. Tampoco insistir en que se coman un determinado alimento ya que podemos generar animadversión por ese alimento en concreto. Los niños tienen la capacidad innata de ajustar el consumo de energía a sus necesidades, además de que comen lo que necesitan, y los padres debemos proporcionarles alimentos sanos, variados y equilibrados.

Deberemos felicitarle cuando ha comido bien o ha probado algún alimento nuevo. Es mejor darles a probar pequeñas porciones de nuevos alimentos y hacerlo cuando tengan hambre ya que serán más proclives a comerlo. Si de momento no le gusta algún alimento es aconsejable que lo vuelvan a probar más adelante. Los gustos van cambiando con la edad.

Practicar con el ejemplo es el mejor de los consejos. Si quieres que tu hijo/a coma verduras, tú debes comer verduras. Si quieres que se coma todo lo de plato, debes acabártelo también. Los niños aprenden las conductas por imitación y su lógica les hace fijarse en los actos. Es por ello que tus palabras nunca deben contradecirse con tus actos. Es aconsejable que en la mesa todos los miembros de la familia coman lo mismo y no hacer diferentes menús.

Actualmente la obesidad, también la infantil, se ha convertido en un grave problema que se debe atajar. Entre las primeras medidas es aprender a comer de forma equilibrada. La dieta mediterránea es la más aconsejable y saludable para mantener el peso. Por todos es sabido que se deben evitar los alimentos procesados, con demasiado azúcar y la bollería industrial. Eliminarlos es casi imposible pero sí podemos vigilar su consumo. 

En definitiva, cada uno buscamos la mejor estrategia para que nuestros hijos estén correctamente alimentados, pero si dejamos que participen, logramos que entiendan que comer es necesario y divertido y, sobre todo, confiamos en que la cantidad que ingieren es la que realmente necesitan todo será mucho más sencillo.

Y tú… ¿Qué trucos utilizas con tus hijos?

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