Una rabieta es una situación incómoda de la que no se ha librado ninguna familia y en Lysmon Group somos conscientes de ello. La experiencia que vivimos en las Escuelas Infantiles Lysmon es que estos episodios surgen cuando los niños experimentan una frustración ante una negativa a sus demandas, una pérdida o una sensación de fracaso al no conseguir algo que desea.
Está científicamente demostrado que entre los dieciocho meses y los cuatro años, los niños ponen en valor su recién descubierta autonomía, alcanzando su máxima expresión sobre los dos años. Es en estos momentos cuando comienza a distinguir que son diferentes de sus padres, y necesitan aprender y experimentar hasta dónde pueden llegar haciendo las cosas a su modo. Se trata básicamente de conocer qué pueden conseguir, quién es su aliado y cuál es su poder, tremendas preguntas a las que se enfrentan familias y educadoras en este proceso de aprendizaje y educación..
Los motivos más habituales para estos enojos suelen estar relacionados con estar cansado, no conseguir la atención de la persona que le acompaña o no le comprende, querer hacer algo que no es adecuado o no controla, cuando el niño tiene que realizar alguna cosa que no le gusta, cree que es injusta, o simplemente ha vivido algunos momentos difíciles.
En estas situaciones que la respiración se acelera y los sonidos o palabras se atropellan en la boca, es frecuente que se termine gritando, llorando y siendo brusco en los movimientos. Su malestar se traslada a las personas que lo acompañan y se produce una situación muy incómoda.
La Navidad, llena de luces y de magia, aunque también de cambios de rutinas, regalos, compromisos familiares y sociales, es propicia para que pueda ocurrir algún instante de crisis.
¿Qué hacer en ese momento?
El equipo educativo y psicólogas de los Centros de Educación Infantil Bilingües Lysmon aconsejan a nuestras familias seguir estos pasos:
. Mantener por encima de todo la calma, y no hablar hasta que no esté el niño más tranquilo.
. Calmarlo, en la medida de lo posible. Distraer su atención.
. Explicar claramente los motivos de la negativa por tu parte con cierta empatía.
. Identificarle su emoción y ayudarle con palabras para que hable de lo que siente.
. Recordarle las normas establecidas en el seno de la familia, del aula, del equipo.
. Ayudarle a sentirse mejor durante el resto del día para que llegue relajado a la noche.
Recursos antirrabietas
Qué filosofía de actuación recomiendan nuestros equipos a las familias Lysmon, pues en este proceso de aprendizaje de ensayo/error, el padre o la madre deben ser conscientes en todo momento de que tienen el control de la situación, sólo así el niño o niña aprenderán que la fórmula de crear una crisis o una pataleta no les va a servir para conseguir lo que se proponen.
Partiendo de esta base, y teniendo como referente al conocido psicólogo Jean Piaget, también recomendamos:
· Establecer pautas, juegos, circuitos y rutinas que nos ayuden a minimizar la necesidad de decir “no”, esto ayudará a los más pequeños a diferenciar mejor lo que es importante y lo que requiere menor atención.
· Ante un posicionamiento de enfado, poder ofrecer dos opciones para que sea el pequeño quien escoja.
· Evitar actividades que puedan serle demasiado frustrantes, entender sus necesidades y capacidades, canalizar las acciones de manera positiva y muy atractiva.
· Dedicarle tiempo al niño, ayudarle a discernir entre cuestiones importantes y otras secundarias, no regañarle por tonterías, sin embargo si se trata de situaciones que pongan en peligro la seguridad del niño, ser firme para ayudarle a ir formando su propia escala de valores.
· Favorecer siempre el reconocimiento de las buenas conductas y esfuerzos por controlarse ante el antojo de un juguete, una chuche u otro objeto. Elogiar y premiar mediante besos, abrazos y comentarios agradables que le hagan entender la importancia de sus actos, el valor de sus logros.