Llega la Navidad y con ella una frenética actividad de compra de juguetes para los más pequeños. En Lysmon lo tenemos muy claro, los niños aprenden jugando y para jugar son necesarios juguetes y a su vez deben permitir desarrollar sus propias facultades y promover el deseo de experimentar. Por ello, el juguete que facilite mucho la experimentación va a limitar la inventiva y no va a ayudar al niño a ser creativo a la vez que deja de ser un juego educativo.
Lo importante es que los juguetes sean seguros, teniendo en cuenta el comportamiento habitual de los niños a cada edad y que no los pongan ante un riesgo de seguridad, ni de salud.
¿Qué características deben tener según edad?
Los niños y niñas menores de 1 año de edad juegan y aprenden tocándolo todo, utilizando sus ojos y su boca. Es importante que los juguetes no tengan aristas cortantes, ni ángulos puntiagudos, además no deben estar fabricados con materiales tóxicos, y es imprescindible que sean fáciles de limpiar o lavar.
En cuanto a tamaño, las partes pequeñas o sueltas, tienen que ser lo suficientemente grandes para impedir que los introduzcan en su boca, nariz u oídos. Hay que pensar no sólo en los juguetes de los más pequeños, sino también con las cosas de su entorno, incluidos los juguetes de sus hermanos mayores. También debemos evitar juguetes con cordones, ante el riesgo de que se puedan enredar en el cuello.
Cuando llegamos al segundo año, debemos ser conscientes que son capaces de armar cosas (bloques de madera de distintos colores, formas y tamaños). Es el momento idóneo para aprovechar en buscar juguetes con los que los papas y familiares puedan jugar con ellos.
A esta edad, todavía debemos evitar juguetes que funcionen con baterías.
Cuando llegan a los 3 años de edad ya desarrollan la coordinación motriz fina y comienzan a ser creativos en sus juegos e historias.
Entonces ¿Cómo podemos elegir los juguetes?
No compre juguetes que sean demasiado avanzados o complicados para la habilidad de sus hijos, simplemente porque están de moda.
Evite la compra de juguetes que se disparen o tengan que ser lanzados, si no tiene el lugar apropiado para usarlos.
Es importante que estén bien hechos y sean de buena calidad. Los juguetes fabricados y puestos a la venta por empresas con buena reputación. Hay que tener en cuenta que los juguetes de calidad requieren menos reparaciones y son más seguros si se usan debidamente.
Cada juguete debe tener una etiqueta en la que se haga constar la edad para la está destinado. Además debe incluir información sobre el modo de empleo y las precauciones a tener en cuenta. Es importante buscar las palabras “no tóxico,” (nontoxic), “resistente a las llamas” (flame resistant) y “resistente al fuego” (flame retardant).
Hay que confirmar la estabilidad cuando se trate de juguetes diseñados para montarse o trepar en ellos.
Los “juguetes nuevos” van a ser utilizados durante mucho tiempo; como pueden romperse, debemos revisar todos los juguetes, ocasionalmente, para confirmar que no suponen ningún nuevo peligro.
Tengamos en cuenta que los mejores juguetes, y los más seguros, no tienen porque ser los que se anuncian por televisión.
Después de seguir todos estos pasos, lo que nos queda es jugar con nuestros peques y volver a encontrar nuestro niño interior.