Fuerzas Culturales

03 Mar
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Desde el Laboratorio de Retos Educativos de Lysmon Group venimos trabajando desde el pasado curso en implementar un nuevo reto para el aprendizaje de niños y niñas de 0 a 3 años. La formación continua de nuestros equipos educativos, está volcando en nuestras aulas una estrategia de trabajo que nos parece fundamental, el desarrollo de una cultura de pensamiento.

Cada día nuestro alumnado viene a las escuelas infantiles Lysmon preparado para iniciar una nueva experiencia formativa, creada principalmente por su educadora y basada en diferentes y creativos juegos. Cuando cada mañana comienza su actividad, no sólo se ponen en marcha los resortes del proceso cognitivo, sino que se hacen patentes unas maneras de pensar y ser, una microcultura enfocada en el proceso madurativo de los niños y niñas de ese aula.

Según Ron Ritchhart y Mariana de Anquín, las Fuerzas Culturales hacen que todas las personas posean en su interior el potencial de brillar, solo hace falta que la comunidad educativa confíe en sus capacidades y creen esa oportunidad de destacar en algo. Siguiendo sus propuestas sobre una nueva forma de pensar, nuestras expertas se van acercando a los principios de una innovadora manera de enseñar, teniendo como pilares el Aprendizaje Afectivo, concepto basado en las últimas investigaciones de las Neurociencias, la Física Cuántica, la Psicología Cognitiva y la Inteligencia Emocional.

Cuál ha sido el primer paso en lo que se están enfocando desde hace meses nuestras educadoras en el aula, en la creación de patrones de pensamiento y hábitos mentales, para ello es básico ayudarles a prestar atención, fomentar la capacidad de los más pequeños de hacer preguntas, cuestionar lo que sucede, interpretar la información que reciben y extraer conclusiones que les permitan tener sus propias ideas.

Esto que puede parecer una ilusión cuando hablamos del Primer Ciclo de Educación Infantil, con niños y niñas de 0 a 3 años, es una realidad que sucede en los CEIB Lysmon porque seguimos fielmente con los equipos educativos las siguientes premisas de trabajo:

  • Las expectativas que comunicamos a nuestro alumnado para ponerlo en antecedentes de lo que se va a conocer, de lo que se va a trabajar o de quién nos va a visitar, les abre un enorme foco de interés sobre lo que va a suceder.
  • Las oportunidades que creamos con cada temática, con cada oportunidad surgida en el aula les va a ofrecer la capacidad de identificar y hacer visible lo que previamente se ha tratado.
  • El manejo de los tiempos se hace necesario para dedicarle espacio mental a las preguntas clave que se escuchan, el pensamiento necesita desarrollarse y crear escenarios para visualizar las cuestiones, para recrear respuestas, para participar activamente y compartir ideas.
  • El ejemplo que traza nuestra educadora/braintrainer con sus alumnos y alumnas, así como el de las familias, actúa como modelo a seguir y ofrece pautas de comportamiento, de ahí el papel fundamental que juegan para forjar la personalidad de cada uno de ellos.
  • Las rutinas desarrolladas en el espacio educativo, en los diferentes ambientes: aula, biblioteca, comedor, patio, sala del sueño, etc., baño de casa, dormitorio, cocina, son patrones de comportamiento que regirán cuestiones tan fundamentales para los niños y niñas como interacciones físicas, observaciones, interpretaciones, comunicación y habilidades sociales, entre otras.
  • Nos resulta de vital importancia, la forma del lenguaje y las conversaciones que a diario se crean junto a un ambiente totalmente preparado para el desarrollo del tema tratado. No olvidemos nunca que el lenguaje es nuestro principal mediador con el entorno que nos rodea y conector de ideas y palabras.

Sólo de esta manera se llevan a cabo en los cerebros de los más pequeños las miles de conexiones neuronales que hacen a un niño vivir su aprendizaje como una auténtica aventura. Para una educadora, para un padre o una madre es imprescindible detectar cómo cada pequeño realiza su proceso de comprensión sobre quién es, qué le ocurre o qué va a suceder. 

Las relaciones e interacciones entre alumnado, sus educadoras, familiares y amigos van a crear la estructura mental que no solo regirá sus mentes durante estos primeros años de vida sino que dará lugar a que se sientan parte de una comunidad de aprendizaje y una sociedad a la que estarán ligados de por vida.

Lo más importante de esta perspectiva es no olvidar que la cognición, el cariño, el entorno y la comunidad deben guiarnos hacia el buen pensamiento, hacia una cultura de pensamiento que básicamente debe facilitarnos tener una vida plena y feliz. 

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